martes, 27 de noviembre de 2012

Nota: 208


Una luna llena,
me llena de pena,
una pena, una sentencia,
una promesa de un enfermizo amor,
promesas, el nunca cumplio,
ella, nunca olvido, pero tampoco perdono,
corazon a corazon,
clavados por el mismo clavo,
y yo salvado, por mi propio dolor,
noches de calvario,
dias de sentencias incumplidas,
todavia en mi espalda sigue el sol,
cargado por el resto de mis dias.
Su piel tan blanca como la luna,
su alma tan profunda como las penumbras,
todavia sigue sin definirse en la luz,
y en la oscuridad de su ataud,
aun siguen mis flores, sin marchitarse,
impacientes, incansables,
esperando una sonrisa de esa boca,
esperando un movimiento de vida,
esperando que ese debil lazo, no se rompa,
esperando a aquella, que era la que siempre me acompañaria.
Recuerdos,
aunque sean dolorosos,
siguen siendo tan bellos,
sin embargo, siguen siendo algo tormentosos,
he divagado entre sus cabellos,
he permanecido entre sus sueños,
aunque siempre supe que no serian eternos,
sabia que algun dia me abandonaria, y seria cuestion de tiempo.
Los lazos de nuestra vida,
se van lentamente quebrando,
arrancando cada sonrisa,
arrancando la luz de cada dia,
quedando la felicidad a un lado,
nuestros cadaveres muertos, en vano.
Las rosas se marchitan rapido,
y sus espinas podran ser las mas dañinas,
en cada palpito,
siento que esa flor es una vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario